viernes, marzo 24, 2006

Mi opinion sobre Haiti


Mi Opinión sobre Haití.


El control de la inmigración pasa a formar parte de las competencias de los Estados Soberanos, que la gestionan como un factor más que conforman las políticas de seguridad nacional.

Toda la comunidad política dispone de mecanismos para limitar y discriminar las entradas de otros ciudadanos a sus territorios, por lo que las políticas restrictivas sobre migración, hoy por hoy, son también universales. Incluso la Unión Europea, que lleva varios lustros inmersa en un proceso de eliminación de fronteras, todavía mantiene muchas restricciones.

Entre las consecuencias sociales de las pasadas y actuales crisis mundiales, están la disminución del empleo en la industria, el deterioro de las condiciones laborales, el crecimiento de economías sumergidas y, en general, a la precariedad del empleo sujeto a sueldo.

Todo esto va originando una creciente fragmentación en función de criterios diversos como el género, la edad o la pertenencia étnica. En Haití, la dislocación social es más importante. El deterioro de las condiciones de vida genera importantes procesos migratorios desde el campo a las ciudades y hacia otros países.

Paralelamente a esta metamorfosis del mundo, de aspecto apocalíptico que nos ha impuesto el fenómeno de la Globalización (o una parte de ella), se une de manera adhesiva la inescrupulosa difamación al Estado y la Nación Dominicana, ante el supuesto mal intencionado de que nuestro pueblo promueve un trato no digno a nuestros vecinos haitianos.

La República Dominicana, ha sido y es foco de análisis y debate por la comunidad internacional, debido al surgimiento de una recurrente campaña de descrédito de la que somos objeto y que esta tomando forma de tradición.

Como dominicanos, nunca hemos perseguido convertirnos en una hegemonía cultural que rechace los extranjeros; solo hemos tratado de evitar que la porosidad permisiva de nuestra frontera, continué ineficaz y/o alegremente sobornada, permitiendo que se ponga en juego nuestra tan sacrificada soberanía.

Hemos procurado eficientizar el vinculo con nuestros vecinos de la parte occidental de la isla, hemos mantenido un trato comercial a través de nuestras fronteras, aunque muchas veces sin ser mentira, se ha denunciado que el trueque comercial va mas allá de simples rubros agrícolas, hemos sido portavoces de iniciativas, formulas y ecuaciones que coadyuven la situación Haitiana, ante escenarios internacionales, todo para cuando una avalancha de inmigrantes haitianos, que por sus status de ilegalidad violan el imperio de la ley, corremos a impedirlo por los medios regulares, se nos diseñe una campaña de descrito al por mayor y detalle.

Sumado el conflicto armado que se ha vivido en Haití, y que se originan en las luchas internas por el poder entre figuras como, Francois Duvalier y Los Tonton Macoutes, quienes fueron su milicia privada, Jean Claude Duvalier, el General Raúl Cedras, el antiguo sacerdote Jean Bertrand Arístides, Ertha Pascal Trouillot, René Preval, entre otros; conflicto este, que se ha constituido en un elemento desestabilizador en Haití, y ha provocado tradicionalmente un recurrente éxodo al territorio de la soberana República Dominicana, todo esto sin la mas mínima insinuación de que dicho conflicto acabe.

No soy yo, el segundo y espero no ser el último, que se suma y simpatiza con los rugientes pronunciamientos de los mejores hijos de nuestra República Dominicana, de llamar charlatanes y sinvergüenzas al colectivo satánico que desarrolla con éxito esta cancerosa y perniciosa sátira. La República Dominicana, tradicionalmente ha sabido soportar sus males con estoicismo, esta vez el patíbulo se quedara sin cabeza y la soberanía se solidificara aún más.


Por: José Javier Rosario.
El autor es MBA, MCF, MMF y Doctorando en Economía y Relaciones Internacionales.
rospimen@hotmail.com

2 Comentarios:

A la/s 11:30 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Felicidades, siempre das opiniones objetivas.. Sigue asi q te necesitare pronto.. Tu sabes donde no te hagas!!!! :)

 
A la/s 2:43 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Cuando vamos a reconocer que nuestra bandera tiene una biblia, una cruz sin ser practicante? cuando vamos a reconocer la dificultad de cohabitacion entre el decir y el hacer? cuando vamos a ir mas alla de la historia pasada para resolver problema de la historia presente? cuando los discursos no tomaran partido temporal para pensar en el futuro de la isla, en el futuro de la cooperacion entre sus nietos y los mios y los nietos de aquellos nietos?

 

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